10 Cosas buenas y no tan buenas que te pasan cuando tu pareja hace CrossFit

Que tu pareja haga CrossFit tiene, como todo, sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Además, tu punto de vista variará mucho si tú también pasas tus días en el box entre barras de halterofilia y saltos al cajón. Pero si por el contrario esta “secta” aún no ha atrapado a tu pareja podéis leer este artículo los 2 juntos ¡y quizás esto os lleve a compartir box!

Si tu pareja es crossfittera, hay unas cuantas cosas que van a cambiar en tu relación, he de reconocer que para este artículo me he ayudado de mi novia Lorena, que no es crossfittera y me ha dejado interesantes puntosa de vista. Matizo, que todavía no es crossfittera.

10 Cosas buenas de que tu pareja haga CrossFit:

-Mejorará su salud física y mental: A nadie le amarga un dulce y ver como tu pareja se va poniendo mejor en vez de abandonarse como hacen otros siempre es un plus. Además, desde que va al box el estrés y los malos rollos desaparecen mucho antes.

-Llevará todas las bolsas de la compra de una sola vez: Y no solo eso. Llevar los ejercicios fuera del box no te viene nada mal. Si hay que levantar algo, allá que va y encima te remarca que esa es la postura correcta para no lesionarte.

-Le verás sentir y hablar con pasión por algo nuevo: Va hablar mucho del box, de sus nuevos compañeros, de sus movimientos, de lo que se le da bien y de lo que no, y de todo ello con una pasión desbordada. Y a todos nos encanta tener una pareja apasionada y motivada.

–Hacerle regalos se ha vuelto mucho más fácil: El CrossFit ofrece cientos de artículos, como libros, dvd’s, complementos, zapatillas  y ropa, mucha ropa. No te romperás la cabeza y además sabes que metiéndote en la web de Reebok siempre encontrarás algo que te saque de un apuro.

-Verás incrementado tu vocabulario: sin saber cómo palabras como box nunca más significarán caja para ti.

-Tu dieta se irá volviendo más sana: Y es que tener a alguien que quiere dar más de sí cada día implica alimentarse en consecuencia y poco a poco ese hábito también se contagia.

-Si no sabes dónde está, es probable que la respuesta más sencilla sea; en el box.

–Jamás te pedirá o insinuará que estés más delgado/a: Una pareja crossfittera siempre querrá que estés más fuerte y sano/a. Han sabido cambiar el canon de estética predominante y no ven los músculos como algo malo ni algún exceso como una aberración. Son humanos, máquinas que pueden mejorar pero siempre con una meta, la eficiencia y la eficacia.

– Harás amigos nuevos: La comunidad crossfittera acepta por igual a los atletas y a sus parejas y todos son siempre bienvenidos a competiciones, barbacoas y hasta a ver los wods.

– Aumenta su resistencia cardiovascular: Eso siempre es bueno para aumentar la intensidad y el aguante en… bueno, en todas las situaciones que lo requieran.

– Te incita a que hagas deporte: Si ya lo hacías, vas a ir más en serio. Y si no te movías nunca del sofá, te vas a poner a ello porque te gusta hacer deporte juntos. Porque compartir una afición que es buena para la salud da muchos puntos y une a la pareja.

10 Cosas no tan buenas de que tu pareja haga CrossFit:

–Intentará que vayas a CrossFit: Te dará todas las razones habidas y por haber. Los pesos se adaptan, no hay que estar en forma para empezar, todo el mundo puede, te va a encantar… Y no parará hasta que vayas un día.

-Nunca te volverá a acariciar sin exfoliarte: Los callos son el día a día de un crossfittero, aunque en sus manos está (nunca mejor dicho) cuidárselos para que sus caricias sean tan placenteras como siempre.

-Siempre que vais de vacaciones buscará el box más cercano: Solo tienes que echar un ojo a su maleta, si ha echado las Nano y unas muñequeras… ya sabes que algún día va a hacer turismo crossfittero.

-Su pasión por el CrossFit es mucha pasión, a veces demasiada: No creo que haya nada más intenso que un crossfittero al que le apasiona su deporte. Lo sé y lo siento, yo soy de esos.

– Siempre, siempre le apetecerá ir a CrossFit: antes  que cualquier maravilloso plan alternativo, aunque la mayoría de las veces intente compaginar ambas cosas. Al fin y al cabo… el box también abre mañana 😉

-Volverá a intentar que te unas a su box: Te he dicho que no parará hasta que vayas un día.

-Comer mal está un poco peor visto que antes: Aunque le encanta hacer trampa contigo, ir a la compra puede ser una tarea que ahora lleve algo más de tiempo. Seguro que nunca habías visto a nadie leer las etiquetas nutricionales con tanta atención.

-Sus redes sociales se vuelven algo monotemáticas: Hombres sin camiseta y mujeres en shorts levantando barras. Da igual Facebook, Instagram, Twitter… y puede que hasta su LinkedIn, pero preferimos no entrar ahí.

– Te conviertes en chófer: Los crossfitteros tras una competición o una carrera de obstáculos son incapaces de entre muchas cosas, conducir. Pero ahí está su pareja para hacer que pueda seguir disfrutando de su pasión.

– Las escapadas de fin de semana no son como antes: ¿Sabes que hay una Spartan Race  en Andorra? ¡Hay una competición de boxes superchula en Alicante y es en la playa! ¿Cariño, sabes dónde está Carson? Son frases que escuchas y que tienen una trampa intrínseca, y encima a ti te va a tocar hacer las fotos.

En conclusión no creo que hacer CrossFit sea malo para ninguna pareja, solo hay que saber dosificárselo al resto y más a los que comparten nuestras vidas. Pero sobre todo recordad que para hacer CrossFit hay que estar un poco loco, y todos necesitamos a alguien que nos apoye en nuestra locura.

Foto destacada Wodshots