¿Cómo sabemos si padecemos de algún problema musculo-esquelético? O dicho de otra manera: ¿ cómo sabemos si lo qué estamos haciendo o cómo lo estamos haciendo es correcto? Típicamente nos guiamos por señales como el dolor, inflamación, disminución del rango de movimiento, disminución de la fuerza, hormigueos, o sensaciones de pinzamiento.
El estudio integrado de la anatomía, orientado al entrenamiento funcional tiene como gran objetivo ayudarnos a hacer un uso más humano de nuestro ser humano.
Nuestros cuerpos están preparados para realizar millones de ciclos de movimiento, pero de la manera adecuada. Cada vez que las estructuras anatómicas son forzadas a realizar lo movimientos de carga, o de resistencia de una forma inapropiada estamos malgastando parte de nuestros millones de ciclos de movimiento disponibles.
En este artículo y en los subsiguientes vamos a desarrollar una visión holística de la anatomía que nos ayudará a:
- Mejorar nuestra salud.
- Obtener una mejor comprensión del deporte que practicamos, y de toda la formación que recibimos: movimientos gimnásticos, halterófilos, optimización de la función metabólica.
- Resolver dificultades que los entrenadores pueden encontrar de cara a las consultas que sus atletas les realizan en la cotidianidad.
La cintura escapular es un modelo milagroso de la ingeniería humana. Esta es una de las articulaciones que fascinan a las ciencias mecánicas, robóticas, y de alto diseño. La cintura escapular, anatómicamente es la gran responsable de permitir a un atleta hacer una arrancada con más de 130 kg, mantenerlo firme sobre lo alto de su cabeza y continuar su rendimiento en un WOD, o de realizar un número máximo de muscle-ups.
En la imagen 1 observamos las estructuras óseas principales involucradas en los movimientos de la cintura escapular que intervienen en un movimiento de snatch.
Para poder llevar a cabo semejante tarea, estas estructuras necesitan una combinación de movilidad-estabilidad-fuerza. Para comprender la anatomía de la cintura escapular, vamos a centrarnos en el concepto de estabilidad. Si imaginamos la estabilidad como una fuerza magnética que se desprende desde el suelo y que recorre nuestro cuerpo, desde las plantas de los pies, pasando por los tobillos, rodillas, atravesando la pelvis y recorriendo la columna vertebral hasta llegar a nuestras escápulas que funcionan como un centro que distribuye dicha energía magnética hacía nuestros miembros superiores en posición de extensión y rotación externa; y que posteriormente pasa por nuestras muñecas, distribuyéndose finalmente por las articulaciones metacarpianas y finalizando en las articulaciones interfalángicas que en conjunto construyen un firme agarre de la barra donde la fuerza encuentra una de sus máximas expresiones. Los conceptos miofasciales facilitan la comprensión de este recorrido ilustrado como energía magnética.
En este recorrido vemos como la cintura escapular desempeña un papel principal en la distribución de la energía ¿cuáles son las estructuras musculares con mayor o menor compromiso? ¿Cuál es la función del primer anillo costal en este movimiento?
En la imagen 2 observamos las principales estructuras musculares que intervienen en el snatch.
La potencia muscular necesaria para el movimiento de snatch efectivo y en el alto rendimiento, deben ser entrenadas con una geometría que no desfavorezca algunas estructuras. Una geometría simétrica de las estructuras anatómicas, favorece la estabilidad, lo cual implica un efecto protector contra lesiones. Los atletas de nivel competitivo cuenta con las simetrías correspondientes, en la mayoría de los casos. Sin embargo no es siempre así para los atletas amateur, o de las personas que se inician en el deporte. Este gradual y lento desarrollo muscular contribuye a que las estructuras anatómicas estén correctamente posicionadas.
Según Kelly Starret, para un movimiento funcional óptimo existen dos leyes fundamentales:
Las estructuras deben estar en su sitio anatómico correcto.
- Una vez la estructura se encuentra en su sitio, y existe limitación del rango de movimiento, este debe de ser mejorado.
En la imagen 3 observamos las estructuras anatómicas articulares y ligamentosas involucradas en la cintura escapular del movimiento que estudiamos:
En relación a la cápsula articular y los ligamentos vamos a detenernos para identificar tres de las lesiones más frecuentes que sufren estas estructuras y que vemos en la imagen 4.
Una patología del espacio subacromial suele producir dolor al realizar actividades que supongan manejar el hombro por encima de la horizontal, y se expande característicamente hacia la inserción del deltoides. Que el paciente refiera debilidad muscular puede sugerir una lesión tendinosa o una lesión neurológica. En general, el dolor del hombro suele ser de carácter mecánico y de predominio nocturno, especialmente la patología del manguito de los rotadores.
La articulación acromioclavicular en el extremo distal de la clavícula, que es plana y solo está sujeta por la cápsula articular y los ligamentos córaco-claviculares trapezoide y conoide, lo cual la hace muy vulnerable en los deportes de contacto como el rugby, el hockey o el fútbol. Un traumatismo directo sobre el hombro, puede lesionar estas estructuras y provocar una subluxación (si solo ha habido ruptura de la cápsula articular) o una luxación completa acromioclavicular (si también se han roto los ligamentos córaco-claviculares.
Nuestro cerebro procesa la información de nuestros movimientos, la propiocepción y el dolor por las mismas vías nerviosas y comparten estructuras nucleares neuronales que transmiten la información. Esta es la razón por la que ante el dolor respondemos muchas veces con movimiento. Piensa en el niño de 3 años que se pincha un dedo con un alfiler, como respuesta inmediata su sistema nervioso central le hace agitar su mano y su dedo. Un atleta que está habituado a experimentar dolor cotidianamente, ha adaptado la respuesta y procesamiento neurológico ante estímulos dolorosos. Esta es la razón por la cual debe estar aún más atento a aquellos signos de dolor o inflamatorios que le resulten sospechosos, y comentarlos con un profesional de la salud. Siempre será una sabia decisión un reposo oportuno, un adecuado cuidado articular, frente a otro tipo de consecuencias que puedan mantenerle fuera de juego durante largos períodos.
Referencias.
- Manual de exploración física del aparato locomotor. Javier Granero Xiberta. Editorial “Medical and Marketing Communication”. Madrid 2010.
- Becoming a Supple Leopard. Kelly Starret, Glen Cordoza. Victory Belt Publishing. Las Vegas 2013.
- Anatomy of the Human Body. Henry Gray. The Bartleby.com Edition of Gray’s Anatomy of the Human Body features, from the classic 1918
- Biodigital Human Digitalization Platform. Premium version. En combinación con imágenes propias de atletas participantes en el III-AC 2015, Sevilla. Fotografías autorizadas por los atletas para su publicación.
