Una mirada desde mis ojos

Soy mujer, amante de los animales, crossfitter, soy Coach.

Se encienden las luces del Box a la espera de los clientes que asisten a primera hora.

Aunque es común llamarles “clientes” no es un término que me guste Si bien en el Box prestamos un servicio, el cliente no siempre tiene la razón. Prefiero llamarles alumnos, pues en mi esencia disfruto muchísimo mi función de instruirlos, enseñarles todo lo que sé. Siendo completamente sincera, prefiero llamar a cada quien por su nombre.

A veces no están muy claras las funciones del Coach. Muchas veces parece que se trata de alguien que está allí para decirle a los clientes/alumnos qué deben hacer hoy. Nada más lejos de la verdad.

Un verdadero Coach está para instruir, enseñar, demostrar la técnica adecuada, corregir la ejecución de los movimientos, velar por la seguridad física de los presentes, motivar y presionar. No es lo que regularmente vemos, pero es el deber ser.

Serás mejor Coach a medida que conozcas más a tus clientes/alumnos. No sólo su nombre, sino su rutina diaria, sus fortalezas, sus debilidades, sus capacidades, qué le motiva, qué le frustra y muy importante cuáles son los pesos que maneja. Es falso decir “tengo x cantidad de clientes/alumnos no puedo recordar todo”. Sí se puede.

Normalmente los Box tienen entre 2 y 4 horas de clase en la mañana. Todos los grupos son diferentes: los de la primera hora son de dos tipos, los que llegan con un nivel de energía tan alto que te hacen pensar que tienen que haberse tomado 20 litros de café y 5 bebidas energéticas; los otros que han dejado la cama amarrada en la puerta del Box y aun traen las marcas de la almohada. En todo caso siempre me hacen pensar en lo valientes que son para hacer ejercicio a esa hora. Este grupo normalmente llega entrena, recoge rápidamente sus cosas y se va, socializan poco.

Llega el segundo grupo, prácticamente todos bien despiertos, comunicativos, han llegado antes de la hora y los ves reírse entre ellos y comentar lo que han visto en la pizarra al llegar. Este grupo para mí, es el más competitivo. Termina su hora, se toman unos minutos para estirar un poco más y comentar cómo ha estado la sesión, qué hicieron, con cuánto y el tiempo… Toman sus cosas con calma y se van.

Llega el tercer grupo, todos calmados, con cara de haber desayunado bien, se ve que les dio tiempo para escoger y combinar su outfit y vienen con mucha energía. Termina su sesión y con toda la calma del mundo recogen su equipo, se ríen, sacan cuentas de lo que hicieron y hasta se quedan hablando con el Coach.

Si hay una cuarta hora es muy parecida a la tercera.

Luego, llega la hora del open Box, en la que encuentras atletas avanzados haciendo lo suyo, normalmente cero risa y lo que oyes es el golpe de los kilos al caer. Otro tipo de persona que ves, es aquél que consideró que ya las clases se le quedan cortas y necesita más, a veces, tienen los conocimientos necesarios para hacerlo y otras no.

Llegan los horarios de la tarde/noche; a pesar de haber trabajado todo el día vienen con todas las ganas de drenar, de dejar atrás lo pesado de su día, se ríen mucho, llegan directo a la pizarra a ver qué hay, qué han hecho los demás y calcular en base a alguno que tengan de referencia cuánto han de hacer ellos. Ya el miércoles puedes ver el cansancio en sus rostros.

Si bien como Coach debes sonreír y ser motivador con todos tus grupos, con estos debes esforzarte más pues luego de un largo día de trabajo, lo menos que necesitan es una cara seria, de cansancio o aburrimiento. Hay que trasmitirles mucha energía, sobre todo a los que van a última hora.

Todos los grupos, clientes/alumnos deber ser estimulados, motivados y presionados en cantidades diferentes. No solo en lo obvio que son entes individuales, sino que el horario también influye.

Nada es absoluto.

Así es como pasa ante mis ojos un día en el box.

Fotos WodShots

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